Una boricua entre la élite de la industria especial – Orlando Sentinel

2022-09-09 20:38:52 By : Ms. Katty Xu

Perla LatorreSuárez jamás imaginó que las estrellas que observaba de niña desde las montañas del Barrio El Gato en Orocovis, en el centro de Puerto Rico, tendrían escrito su nombre.

Con tan solo 24 años, es una de las pocas mujeres jóvenes que ha logrado sumarse a una élite de investigadores que trabaja día a día para que sean más seguras y prolongadas las próximas misiones que llevarán a los habitantes de la Tierra a la Luna o algún punto lejano de nuestro sistema solar.

Sin embargo, en sus primeros años en Estados Unidos —y debido a sus limitaciones con el idioma inglés— por poco ve fracasada su meta de proseguir estudios universitarios pues obtenía puntajes bajos en las controvertibles y ya eliminadas pruebas conocidas como Florida Standards Assessents (FSA) que medían el progreso académico de los estudiantes.

“Según ellos, me iba a graduar, pero sin mi diploma de escuela superior y sin diploma no iba a poder entrar a la universidad. Mi mayor reto fue el idioma (inglés)”, contó la joven en entrevista con El Sentinel Orlando.

Ese obstáculo no la detuvo: “Intenté tomar el examen todas las veces que pude. Fui a tutorías, practiqué y traté de aprender más inglés”, dijo Perla quien al final aprobó la prueba una semana después del día de su graduación de escuela superior.

Hoy día, Perla tiene un Bachillerato en Ingeniería Mecánica y ahora estudia una Maestría en Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de Florida Central (UCF, siglas en inglés).

Como parte de su postgrado, Perla investiga la manera de desarrollar un sistema de sensores que funcione en condiciones de cero gravedad para detectar fallas operacionales en naves espaciales antes de que ocurra una rotura mayor.

Lo especial de este proyecto es que los sensores no se manufacturarían en la Tierra. Se imprimirían en una máquina 3-D en el espacio, la Luna u otro planeta y se ensamblarían allá para facilitar su transporte y evitar añadir exceso de peso a la nave en su viaje.

“Ya la impresora 3D está lista. Ahora estamos en la fase de trabajar con el material de impresión. Pero aún estamos en el proceso”, explicó Perla al aclarar que hay información que no puede ser divulgada para proteger la integridad de la investigación.

“Esta tecnología es muy versátil y se puede usar tanto en el espacio pero puede tener usos para la vida cotidiana en la Tierra”, aclaró la joven.

Perla Latorre Suárez mientras trabaja en un laboratorio de investigación espacial. (Suministrada)

Por sus logros, la revista UCF Today y sus socios Accenture y Hexcel dijeron que Perla estaba entre un reducido grupo de 20 estudiantes seleccionados por su excelencia académica como los mejores del mundo.

Sobre Perla indicaron específicamente que “se encuentra entre los estudiantes de posgrado más prometedores del mundo que probablemente cambiarán la industria aeroespacial”.

Perla ha trabajado diariamente y con intensidad con un proyecto que la tiene con su mirada más allá de las nubes. Sin embargo, hay algo que la tiene con los pies bien anclados en la tierra: sus padres.

Su madre, Brenda Súarez es maestra de profesión en ese barrio humilde de Orocovis, en donde no viven más de 2,000 personas y donde aun en ciertas noches de Verano se siente una brisa que obliga a abrigarse.

Mientras su madre le inculcó la importancia de la educación y el impacto de la enseñanza en la Humanidad, su papá, Féliz Latorre, un ingeniero de combate del Ejército de los Estados Unidos, le contaba sobre las bondades de la tecnología, y le explicaba acerca de una profesión que le permitiría crear desde un sencillo bolígrafo hasta una sofisticada nave especial: la ingeniería.

“No había escuchado lo que era la ingeniería hasta que papi me lo explicó.”, narró. “Tuve la opción de inclinarme hacia la pedagogía. Como maestra, mi mama cambió muchas vidas en un pueblo muy pequeño. Pero al final, ganaron las historias que me hacía papi sobre aviones y equipos complejos, y me fui por el área tecnológica y la ingeniería”, dijo Perla.

Perla Latorre Suárez el día que se graduó de Ingeniería en compañía de su padre Félix Latorre, su hermano Ricardo y su madre Brenda Suárez. (Suministrada)

La influencia de su padre ha sido evidente. Fue él quien la enseñó a “mecanear”, ese arte callejero de algunos aficionados de apretar un tornillo aquí, ajustar una tuerca allá y —con algo de suerte— lograr reparar un auto, una cortadora de grama, o algún equipo motorizado.

Por eso es que a Perla no le causa estrés enfrentarse a artefactos mecánicos. Se echa sus brazos hacia atrás para recoger su largo pelo rizado. Una vez asegurado, devuelve los brazos hacia el frente y los coloca en las entrañas de la máquina, como el cirujano en el cuerpo anestesiado de un paciente.

No le molestan las manchas de grasa oscura en sus manos, conoce muy bien lo que es una “chicarra” (herramienta de copas para ajustar tuercas) y sabe la diferencia entre tornillos, y destornilladores. “Papi me enseñó lo que típicamente le enseñaban a los varones”, dijo.

Por su deseo por esta carrera tecnológica, sus padres decidieron mudarse a Florida. Tenía 16 años.

Hizo sus primeros dos años en un colegio comunitario en Lake Wales, Polk County. De allí logró transferirse a la UCF donde entró aun programa de mentorías que la involucró en las investigaciones espaciales que hoy día continúa.

Al tiempo que continúan sus investigaciones para que la conquista del espacio sea más eficiente, Perla y otras mujeres se esfuerzan diariamemte para conquistar acá en la Tierra áreas profesionales que aún están bajo el dominio masculine, como es la ingeniería.

“Cuando entré yo era la única mujer, y aunque ahora somos más, aún hay trabajo qué hacer”, dijo.

Perla trabaja duro día a día para poner el nombre de los hispanos y el de su Puerto Rico no en el mapa del mundo, si no en la galaxia.

“Mis papás me llevaron muchas veces al Kennedy Space Center cuando íbamos de vacaciones a Florida. Y me preguntaba ¿por qué no ser parte algún día de esa historia?”, dijo.

“Claro que estoy orgullosa de lo que he logrado. Pero siempre he tenido en mente que mi propio obstáculo soy yo misma. No se necesita ser súper inteligente para llegar a donde tú quieras. Lo que se necesita es tener motivacion y deseo que querer cumplir lo que deseas”, afirmó.

Perla Latorre Suárez posa junto a sus padres Félix Latorre y Brenda Suárez. Sus padres acostumbraban llevarla de vacaciones al Centro Espacial Kennedy en Florida, lugar que tuvo mucha influencia en su futuro profesional. (Suministrada)