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Los accesorios son a la moda, lo que la sal es a la vida. Estas piezas son el toque que marca la diferencia de cualquier look. Sin embargo, a veces, ignoramos el poder que tienen y las diferentes opciones de combinaciones que nos ofrecen.
En el armario de cualquier fashionista se debe encontrar una gran variedad de accesorios: complementos para el pelo, cinturones, zapatos, bolsos… y, por supuesto, bisutería y joyería. Y es que para elevar los estilismos del día a día sólo se necesitan sutiles destellos de luz: colgantes, pulseras, anillos y pendientes cuajados de brillos para iluminar el rostro.
La diseñadora de bisutería Diana Caldarescu se ha tomado a rajatabla eso de darle luz a la cara con los accesorios. Esta artesana crea pendientes en forma de lámpara de araña que se encienden mientras cuelgan de las orejas. Las piezas están hechas de latón, accesorios de iluminación de casa de muñecas y cristales tallados en forma de lágrima de cristal Swarovski.
El truco para prender estos mini candelabros se esconde detrás del lóbulo de la oreja donde permanece estratégicamente oculta la batería del diseño. El diseño se ajusta como un brazalete a la oreja, de este modo, la original joya resulta cómoda de llevar y no resulta demasiado pesada.
Caldarescu dice haberse inspirado en el séptimo arte para diseñar este singular modelo. "Crecí en Los Ángeles y ahora tengo mi estudio cerca de Nueva York y lo que más me inspiró fue el próspero y ecléctico panorama cinematográfico de ambas ciudades”, explica la diseñadora.
Muchos cines independientes, grandes y pequeños, se convierten en un segundo hogar para la gente, y los invitados, como yo, a menudo se visten para ver películas antiguas como si fueran a una fiesta o gala de temática vintage. Como amante de la moda, vivía absolutamente para ello, tanto para ver a la gente como para ver todos estos fabulosos momentos de la historia de la moda en la pantalla de plata en lugar de la pantalla de un teléfono", prosigue Calsarescu sobre la inspiración del diseño.
La experiencia cambió con el inicio de la pandemia, y amenazó el futuro de muchos de estos lugares especiales. También afectó a Caldarescu. "Eran lugares en los que podía pasar todo el fin de semana y salir de él con mucha energía e inspiración, y eran espacios en los que siempre podía expresarme y sentirme realmente yo misma".
Con los cines cerrados, Caldarescu empezó a pensar en el tipo de joyas que le gustaría llevar una vez que volvieran a estar abiertos. "Algo que no se inspirara sólo en el estilo vintage", explica, "sino que te transportara a aquella época, y te convirtiera en alguien de una de esas películas". Me encanta el glamour Art Deco de los años del cine mudo, y también me gusta mucho la moda mod-meets-disco de la Factory de Andy Warhol, y esas son las dos épocas en las que más me inspiré a la hora de hacer estas piezas luminosas."
Aquella afortunada que porte los pendientes iluminará cada estancia con luz propia. Sería mucha fantasía que allá donde se acuda con los pendientes, ya sea un cine, un restaurante o una fiesta... suene la popular canción de Sia, Chandelier.
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