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La princesa de Gales acudió durante más de diez años a esta gran celebración por el aniversario de la reina. En cada aparición demostró siempre ser una referente de estilo y adelantar las tendencias que todavía reinan hoy en los looks de invitada.

El primer Trooping the Colour al que asistió Diana de Gales fue el del 1981, el mismo año en el que contrajo matrimonio con el príncipe Carlos. Desde esa fecha y hasta 1993, Diana asistió cada año a esta gran cita, que suma a día de hoy más de 260 años de celebración del cumpleaños del soberano británico que se encuentre en el trono.

Cada mes de junio, desde 1748, desfilan por la ciudad londinense todos los miembros de la familia real británica para homenajear este reinado en un espectacular despliegue de carrozas que congrega en los alrededores del Buckingham a miles de personas que se acercan para festejar la fecha, una de las más esperadas por la sociedad de Reino Unido.

Desde que Lady Di apareciera por primera vez en este desfile, los estilismos que la mujer del príncipe Carlos luciera en los años 80 se coronaron como los más aclamados del evento. Diana siempre acertó con sus elecciones y fue pionera de muchas de las tendencias que, a día de hoy, reinan entre los looks de invitada más buscados.

Cuando asistió al primero con un vestido de flores azul con cuello gorguera ya vaticinó que ella ocuparía todo el centro de atención mediática en los siguientes años. Y así fue. Porque Diana todo lo llevó: desde mangas abullonadas, vestidos holgados oversize, vestidos estampados de lunares, blazers bicolor, corpiños, cuellos babero... No existe tendencia que se le haya escapado a la princesa. Porque además, para complementar sus atuendos ella siempre añadía un tocado, un sombrero o una gran pamela a sus outfits. Un elemento infalible de la familia real británica que también es frecuente ver en los estilismos que reinan en otra de las grandes pasarelas de moda del país, las carreras de caballos de Ascott.

Todas las invitadas al Trooping the Colour son objeto de examen, pero Lady Di siempre fue una de las que deslumbraba con sobresalientes. Por eso, en Harper's Bazaar España recogemos a continuación los looks que la princesa de Gales escogió para asistir a la celebración de cumpleaños de Isabel II. Un recorrido que, más allá de la moda, nos muestra también los estados de ánimo y las distintas etapas que atravesó Diana desde que se casó hasta tan solo cuatro antes de dejarnos.

En el que fue su último Trooping the Colour, la princesa Diana apostó por un vestido cruzado de manga ligeramente abullonada y escote cruzado, uno de sus preferidos. En esta ocasión y para romper los aires nupciales que bañan el conjunto, lució un sombrero a conjunto.

Uno de los trajes más llamativos de la princesa Diana fue el amarillo que lució en el Trooping the Colour de 1991. En contraste con sus detalles negros de las solapas del cuello y de los puños, resultó una de las inspiraciones que todavía hoy siguen siendo tendencia en alza.

Siguiendo la estela del look del año anterior y apostando por un cuello babero, Lady Di lució en 1990 un vestido verde pastel con cuello babero blanco, collar de perlas y un gran sombrero del mismo tono.

Este fue uno de sus vestidos más alabados. En 1989, para cerrar una década en la vida de la reina Isabel II, Lady Di se enfundó en rosa y lució una silueta abotonada en el abdomen, con manga francesa y cuello en pico. Una opción muy romántica y femenina.

El detalle distintivo de la gargantilla acompañando a este espectacular traje bicolor (y hombreras) que llevó Lady Di convierten a este look en uno de los más espectaculares de la princesa.

Podría ser perfectamente un traje de novia, pero fue el atuendo que Lady Di escogió en 1987 para asistir al Trooping the Colour. Con cuellos subidos, corpiño en el abdomen, botones y hombreras, la princesa sentenció ser la royal con más estilo.

¿Quién se atreve a ir al Trooping the Colour con un vestido tan llamativo como este que llevó Lady Di a la ceremonia? Solo la princesa de Gales es capaz de elevar en su máximo exponente un atuendo en el que los lunares grandes rojos protagonizan su vestido sin parecer vulgar. Una exquisita elección.

Diana fue de las primeras royals en atreverse con un vestido con lazada en el cuello. Lo hizo en esta ocasión con un diseño salmón que respiraba elegancia.

No son muchas las veces en las que hemos visto a Diana vestir con este azul, pero en esta ocasión, nos enseñó que también es uno de los colores que más le favorecen. Lució un conjunto azul con cuello a modo de babero blanco y un sombrero circular sobre su melena rubia.

Puede que sea uno de los looks menos formales de la historia de los Trooping the Colour de Diana, pero no por ello es uno de los menos adecuados. En esta ocasión apostó por la sencillez y llevó un vestido blanco estampado con detalles marrones que coordinó con un cinturón en su cintura. Un truco de estilo perfecto para remarcar la silueta.

Durante su primer embarazo, Diana asistió al Trooping the Colour con un vestido de corte camisero satinado en verde botella. Un aire bohemio ideal y muy cómodo para poder disfrutar de la velada sin molestias.

El cuello gorguera era uno de los must de estilo de Diana. Una apuesta definitiva con la que ya destacó desde el primer momento en el que se subió a la carroza y con el que completó, en perfecta sintonía, su vestido de flores azul.