Esas joyas que no te pones pueden ser un valioso tesoro

2021-12-27 02:08:08 By : Ms. Linda liu

Boda de Alfonso, duque de Aliaga, hijo de la duquesa de Alba, con Maríade Hohenlohe, que luce la diadema 'rusa' que la duquesa vendió para comprar un caballo para su hijo Cayetano 

Estás en uno de tus tantos viajes cuando lo encuentras. O quizás él te encontró a ti. Un precioso collar Van Cleef de madreperla. Al verlo en el escaparate su reflejo se superpone sobre tu pecho, como en la mítica escena de Desayuno con diamantes. Te queda pintado. No paras de pensar en él y no tienes por qué hacerlo. A diferencia del personaje de Audrey, tú sí puedes permitírtelo. Además, te lo mereces.

Entonces vuelves a casa y abres el joyero. Tantas cosas sin usar. Esos pendientes que pasaron de moda, ese broche que heredaste y nunca te gustó, este otro collar que supo ser tu favorito por años pero que de tanto usar te terminó aburriendo. Puedes venderlo todo para obtener la joya de tus sueños.

Brazalete de diamantes Art Deco de Cartier 

Algo así le pasó a una clienta de Circa, cuenta la directora de la sede en Barcelona, la gemóloga Rosa Tomás. “El consumidor está ávido de comprarse o de autoregalarse después de todo lo que hemos pasado”, comparte con Magazine Lifestyle. Esta idea del autoregalo está muy en boga, sobre todo entre mujeres exitosas e independientes. Ya lo mostraban en Sexo en Nueva York, cuando Samantha decide comprarse una sortija de diamantes para celebrarse a sí misma.

Pero aunque parezca muy novedoso, la verdad es que las personas se hacen autoregalos desde hace mucho tiempo. Ya lo hizo en su época María Antonieta, quien quería comprarse un juego de pulseras de diamantes de talla antigua y oro blanco. Para hacerse con ellas la dignataria vendió una serie de piedras preciosas que tenía en su colección. El conjunto de brazaletes fue recientemente subastado alcanzando la impresionante suma de siete millones de euros.

Y es que, aunque pueda creerse lo contrario debido a su talla rudimentaria y poco brillo, los diamantes de talla antigua son muy valorados por los connaisseurs debido a su singularidad. “El cliente premium sabe que el producto moderno lo puede tener y le da un valor añadido altísimo a piezas que es imposible fabricar”, señala Tomás.

También de talla antigua eran los diamantes de la famosa Rusa, una de las tiaras de platino más icónicas de la espectacular colección de la difunta Duquesa de Alba. Aunque no está del todo claro cómo llegó esta pieza a la familia, el nombre de la tiara se debe a la suposición de que perteneció a la madre del zar Nicolás II, la emperatriz María Fiódorovna.

Elisabeth Taylor luce el diamante que le regaló su marido Richard Burton, que vendió tras divorcio 

La duquesa decidió vender la diadema “para que Cayetano se pudiera comprar un caballo maravilloso, Gigoló, y pudiera dedicarse a la equitación y competir”, comparte la aristócrata en sus memorias ‘Yo, Cayetana’. Su hijo, el jinete Cayetano Martínez de Irujo estaba entrenando para los Juegos Olímpicos del ‘94, donde consiguió el cuarto lugar.

No solo de autoregalos va la cosa, como explica Tomás:  “Tengo en mente el nombre de una actriz local que me dijo: ‘me apetece mucho hacer un crucero con mis nietos y es que esto no me lo voy a poner’”, haciendo referencia a la joya que llevó la clienta a vender a Circa.

No todos contamos en nuestro haber con un diamante de 69 quilates como el que vendió Elizabeth Taylor tras su divorcio de Richard Burton. Pero en Circa se autodenominan ‘buscadores de tesoros’ y han llegado a identificar unos pendientes retro de los años ‘40 de Cartier de 4.000 euros que de otra forma sus poseedores no habrían reconocido. “La mayoría de piezas que compramos no tienen ningún certificado”, explica Tomás. Quién sabe, quizás hayas heredado alguna grata sorpresa.

Broche de diamantas de talla antigua.

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