Escuche los últimos programas de ..
Con Pilar Cisneros y Fernando de Haro
Con Paco González, Manolo Lama y Pepe Domingo Castaño
Con Cristina López Schlichting
Con Pilar Cisneros y Fernando de Haro
Con Paco González, Manolo Lama y Pepe Domingo Castaño
Con Cristina López Schlichting
¿Por qué algunas ostras tienen perlas y otras no?
Twitter Facebook whatsapp Menéame
Twitter Facebook whatsapp Menéame
Tiempo de lectura: 2 '09 jun 2020-03: 09 Actualizado 03:09
¿Quién no ha fantaseado con la idea de abrir una ostra y encontrar una maravillosa perla en su interior? Son una de las maravillas que esconden los mares y que atesoran algunos de estos moluscos.
En general, más del 90% de los que vemos en las tiendas se cultivan en criaderos especializados. Encontrarlos de forma natural es tan difÃcil como localizar una aguja en un pajar, hay una posibilidad entre 10.000.
Esto significa que no todas las ostras tienen una perla en su interior, el azar es lo que la determina. Las perlas se forman cuando un cuerpo extraño ingresa al interior de la ostra, ya sea un grano de arena, un parásito o cualquier otra partÃcula. Al no poder expulsarlo, la ostra reacciona cubriéndola con una mezcla de carbonato cálcico y conquiolina, lo que solemos conocer como nácar, que es el mismo material que recubre las paredes del interior de la concha de ostra. No es algo inmediato, en forma de perla la ostra puede tardar hasta 10 años.
Las ostras generalmente prefieren las aguas templadas del Golfo Pérsico, Australia, Japón o el Caribe.
En las perlas cultivadas, lo que se hace es forzar el objeto extraño hacia su interior para que desde allà comience a trabajar la ostra.
Ambos, naturales y cultivados, son auténticos, lo único que cambia es la intervención humana en su proceso. Luego están los de imitación.
Diferenciarlos puede parecer complicado. Los expertos aconsejan pasar los dientes por su superficie, si es arenosa es auténtica. También rascarlo con la uña, si sale polvo es natural o cultivado, si se descascara es fabricado.
En general, las perlas son de tamaño pequeño, aunque se han encontrado algunas de casi 35 kilos cuyo valor es incalculable. Se destacan cuatro tipos:
Cultivadas en las aguas saladas del norte de Australia, Filipinas e Indonesia, se encuentran entre las más valiosas del mundo por su perfección y su caracterÃstica iridiscencia plateada y dorada. Su tiempo de cultivo oscila entre los tres y los nueve años.
Se crean en la Polinesia Francesa y las islas del Océano PacÃfico. Los negros son muy valorados aunque también los hay grises, verdes, naranjas, dorados y azules. Su tiempo de cultivo es de dos a tres años.
También se llaman perlas de agua dulce, ya que se cultivan en rÃos y lagos en China, Japón y Estados Unidos. Cuestan menos y su tiempo de cultivo oscila entre los 6 meses y los 4 años.
Muchos los conocerán como perlas japonesas. Por su forma, plana por un lado, se utilizan en la fabricación de pendientes. Esta perla crece en la concha de la ostra, en lugar de dentro de ella. El tiempo de cultivo ronda los dos años.
¿Cómo se determina el valor de una perla? Por su forma, color o grado de luminosidad y tamaño. Los más buscados son los redondos o en forma de lágrima.
© Radio Popular SA - COPE. CIF A28281368, C / Alfonso XI, 4. 28014, Madrid. Reservados todos los derechos. Desarrollado por