La Iberozona: La injusta fama de la Mantis Palo y otros mitos y leyendas de la fauna ibérica - Madrid Norte 24 horas

2022-10-14 21:59:40 By : Ms. Jessica Xu

Antonio Martín, Asociación Iberozoa – ¿Qué pensaban nuestros antepasados de distintas culturas sobre los animales y las plantas de su día a día? Hoy vamos a continuar en La Iberozona con algunos de los mitos y leyendas que subyacen a la fauna ibérica: hasta el bicho más insignificante tiene una historia que contarnos. La mantis palo y su injusto nombre

Hay veces que el propio nombre del animal es el que nos cuenta la historia. La etimología es igualmente interesante: un ejemplo de ello es la mantis palo, conocida como Empusa pennata . El por qué de su nombre común resulta un tanto obvio,  pero el nombre del género, Empusa , se refiere a unas criaturas de la mitología griega similares a ninfas pero con intenciones un poco más deshonestas: son seres asociados al infierno y a Hades que se transformaban en mujeres para seducir a los hombres y después, comérselos. Curiosamente esta es una de las pocas especies de mantis que no realiza esa práctica. Qué comparten los escarabajos peloteros y el rey egipcio del Sol

Siguiendo con insectos y estrategias de reproducción dudosas, tenemos a los escarabajos, pero concretamente a los escarabajos peloteros. No hace falta irse a África para poder verlos: la presencia de herbívoros y ganado en las dehesas durante cientos de años ha propiciado que existan multitud de especies de nuestros campos, de hecho muchos de ellos son endémicos.

En este caso viajamos al antiguo Egipto: los escarabajos peloteros están omnipresentes en papiros, representaciones y figuras de esta cultura, ya que eran considerados como un amuleto de vida y de poder, de protección contra el mal, llegando a pensar que aquellos muertos que lo portaban podría resucitar. Esta relación tan potente deriva de que es el símbolo con el que se presenta a Jepri, el dios asociado al Sol y también llamado el autocreado.

Antiguamente se creía que los escarabajos era solamente de género masculino y que se reproducían depositando el esperma en una bola de estiércol. La supuesta auto-reproducción del escarabajo lo asemeja a este Dios, que se creó a sí mismo de la nada. Por otra parte, la bola de estiércol rodada por el escarabajo pelotero se asemeja al Sol. Los egipcios creyeron que Jepri renovaba el Sol cada día tras su desaparición en el horizonte. Escorpio y Orión, cada uno a una esquina

Para terminar con invertebrados tenemos la historia de Escorpio, una historia que en este caso se ve reflejada en las constelaciones. Ubicar esta constelación en el cielo puede ser un poco complicado, pero quizá ubiquéis mejor a su contraparte, el gigante Orión.

Orión fue un gigante mitológico muy fanfarrón cazador que andaba persiguiendo y acosando a las ninfas, por lo que los dioses le mandaron un escorpión gigantesco que se batió en duelo con él.

El resultado fue fatal para ambos. Debido a esta enemistad y para que nunca tuvieran que volverse a cruzar, los dioses colocaron a orión en posiciones opuestas en el cielo, estando Orión en invierno y Escorpio en verano por lo que ambas constelaciones nunca podrán verse juntas. De cuervos y urracas

Pasamos a las aves para hablar otra vez de algunas transformaciones curiosas. Sin duda, debido a su aspecto e inteligencia, los córvidos han sido una de las familias de aves más llamativas y curiosas. En la mitología nórdica, dos cuervos eran los espías de Odín, volando todos los días y volviendo con noticias frescas sobre todo lo que habían visto y oído en el mundo.

Otra historia curiosa es la de las urracas: en la mitología grecolatina existió un grupo de 9 hermanas llamadas las Piérides. Eran 9 doncellas excepcionales muy conocidas por sus habilidades con la música y el canto. Tan buenas eran que se les subió a la cabeza y desafiaron a las propias musas, quienes encarnan todos estos artes.

Su duelo fue un Operación Triunfo en toda regla, pero los dioses, el jurado, determinaron que ganaron las musas, y como castigo por ser unas charlatanas e inoportunas, transformaron a las Piérides en urracas, un pájaro con un temperamento parecido y un canto que mucho dista del que en su día tuvieron. Perdix, para no venirse arriba

Otra transformación es la que le ocurrió a Perdix, cuyo resultado ya podemos intuir solo por el nombre. Perdix era inventor, aprendiz de Dédalo, otro inventor de renombre famoso por construir unas alas con cera que acabaron con la vida de su hijo, Ícaro, cuando intentaron acercarse al sol volando.

Esta historia acabó de forma similar: celoso por el nivel que había alcanzado Perdix, le tendió una trampa para tirarlo por un barranco, pero los dioses ante semejante injusticia transformaron a Perdix, pues eso, en perdiz, un ave que anida en el suelo y que no vuela muy alto, para que no vuelva a cometer el mismo error de sufrir una caída libre. La serpiente y el conejo en la luna

Para acabar con todo este ciclo de celos y drama, como no puede ser de otra forma, sacamos el tema de las serpientes. Esta vez viajamos a otro continente, a Sudamérica, donde una serpiente emplumada, Quetzalcoatl, es el dios supremo de la mitología azteca.

Voy a contar la historia del conejo y la luna, un cuento infantil mexicano: un día el dios Quetzalcóatl decidió bajar en forma humana a conocer México.

Paseó por todos lados, descubrió lugares increíbles y se maravilló con toda su naturaleza. Después de caminar tanto y durante todo el día, se sintió totalmente agotado, así que se sentó a descansar en el campo hasta que cayó la noche. La Luna y las estrellas brillaban majestuosamente cuando comenzó a sentir hambre y exploró buscando qué comer. Sin embargo, no encontraba nada a su al rededor.

De pronto, se encontró a un conejo que estaba cenando. Fue entonces cuando Quetzalcóatl se acercó a él y le preguntó, “¿Qué estas comiendo?”. El conejo le respondió que comía vegetales y humildemente le ofreció un poco. Pero el dios le respondió preocupado que él no podía comer eso y que probablemente moriría de hambre.

Exaltado y horrorizado por la idea de que el dios supremo muriera, el conejo se sacrificó voluntariamente y le dijo que podría comérselo y así seguir su camino. El dios serpiente se sorprendió por la valentía y humildad del conejo, lo acarició y le dijo: serás un conejo pequeño, pero a partir de ahora los seres humanos te verán por la grandeza de tu corazón.

Entonces, Quetzalcóatl lo levantó muy alto hacia el cielo y hasta la luna, en donde quedó estampada la imagen del conejo. Por esta razón una de las manchas lunares más famosas tiene nombre de conejo. 

Esta es una de las muchas historias que contamos en nuestra actividad “El día de las serpientes”, ya que mucha esta admiración por los seres vivos por parte de distintas culturas es un ejemplo que a veces deberíamos inculcarnos nosotros hacia nuestra naturaleza más cercana y menospreciada.

Mitos y Leyendas de la Fauna ibérica, parte 1

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Asociación Iberozoa – La cotorra argentina (Myiopsitta monachus), es una especie de loro del grupo Psittacidae, famosa por su avanzada cognición y sociabilidad, estando en este taxón junto con otras especies como los guacamayos, el loro africano o los periquitos.

La cotorra entró a España desde Sudamérica en los años 60-70, debido al comercio de animales, que desde hace siglos el humano ha llevado a cabo, como si los animales se tratasen de objetos coleccionables. En 2005, la UE prohibió la importación de aves silvestres a causa del brote de gripe aviar, y en España se prohibió la tenencia y la venta de las cotorras en 2013.

Estos animales, como muchos otros, no son mascotas, ya que requieren de un cuidado y una atención que pocas personas están preparados para dar, provocando que muchos les acabasen soltando, y a muchos otros se les escapasen de sus hogares. Otra de las razones de su suelta, ha sido porque como animales extremadamente sociables y habladores, necesitan constantemente vocalizar, generando una contaminación acústica que ha provocado la queja de muchos vecinos en los últimos años. Sumado a esto, el peligro potencial de sus nidos, se suma a la necesidad en la gestión de estos animales. Otras declaraciones, que son más bien hipótesis y falacias ya que no existe evidencia científica alguna, abalan que ocupan un nicho de animales como el gorrión común (Passer domesticus), la paloma bravía (Columba livia), y otros animales nidificantes, provocando su desplazamiento y descenso poblacional. Además, debido a su biología, han sido capaces en estos pocos años de adaptarse bastante bien a nuestras ciudades: Madrid, Zaragoza, Barcelona… ocupado múltiples parques y jardines, llegando a establecerse como poblaciones viables en todas ellas.

Como métodos de gestión poblacional en Madrid, se llevan a cabo 4 métodos: (1) exterminio, (2) control reproductivo, (3) destrucción de nidos y (4) otras soluciones; sin embargo, De éstas, el exterminio resulta en el marco más presente (como se sugiere en el 42,19% de los textos periodísticos). El control reproductivo aparecen en el 28,13% de los textos periodísticos, y la destrucción de los nidos en el 17,19% de los textos. Otras soluciones están presentes en el 23,44% de los textos, siendo éstas ejemplos como el de crear un censo para evaluar la magnitud del supuesto problema, prohibir el comercio de esta especie, trasladarlos a otras áreas, capturarlos…

Sin embargo, estas cifras se ven sesgadas por la falta de interés para buscar alternativas a la matanza, acompañadas del argumento sobre el coste económico, aunque sin que exista una justificación demostrada. Además, el control reproductivo suele ser mediante el exterminio: “los ejemplares adultos serán cazados con diferentes métodos como jaulas trampa, redes o carabinas de aire comprimido. Al mismo tiempo, las puestas de huevos serán esterilizadas y controladas. También se quitarán los nidos” ( Domingo 2020a ). Todos estos métodos han provocado grandes revuelos sociales, ya que su ética y eficacia es bastante poco notable, y nosotros como seres humanos, tenemos el deber y la responsabilidad de tratar a los seres vivos con respeto y empatía.

Por tanto, parece obvio que debería de existir una gestión en común en todo el terreno peninsular, ya que esto permitiría que no se desplazasen a las zonas donde queden nichos vacíos, y estos métodos deberían llevar un seguimiento por parte de los responsables para poder comprobar cual podría ser el más adecuado. Éticamente hablando, no debemos olvidar que son animales muy inteligentes, sociables, e incluso posiblemente capaces de ser conscientes de si mismos, lo cual he podido comprobar en el experimento que he hecho en colaboración con la asociación Avetropic, en el que se estudia la autoconsciencia, basándonos en la metodología del espejo. E Es por esto que se debe replantear y gestionar de forma lógica, respetuosa, y aunque sea a más largo plazo, una estrategia factible para que la población no siga aumentando.

Es un animal que ha venido para quedarse, que se ha establecido, y más allá del ruido que genera, el resto de situaciones son factibles de gestionar, sin tener necesidad de exterminar individuos tan sociables, inteligentes y perspicaces como lo son éstas nuestras nuevas vecinas.

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Javier Sánchez, biólogo de Iberozoa- Hay alrededor de 10 especies diferentes de mejillones de río, o como se les llama coloquialmente “náyades”, en la península Ibérica. Este nombre proviene de las ninfas de la mitología greco-romana, que eran asociadas a los ríos y cursos de agua.

En concreto nos vamos a fijar en las dos especies del género margaretifera para ilustrar su modo de vida y los problemas de este grupo.

Estos animales son moluscos bivalvos al igual que sus parientes del mar, aunque son exclusivos de agua dulce. Son organismos filtradores llegando incluso a filtrar 50 litros de agua diarios. Teniendo en cuenta que pueden formar agregaciones por encima de los 500 individuos por metro cuadrado la cantidad de agua filtrada por estos animales es muy considerable. Aunque en España es raro encontrar densidades tan altas de estos animales (en Asturias, Galicia quizás).

Cuanto viven y como de grandes son? Estos animales llegan a vivir en la península alrededor de 60 años aproximadamente, aunque hay registros de algunos individuos de más de 150 años de vida en Rusia. Su tamaño es superior a los mejillones marinos siendo de alrededor de 10-20cm en estado adulto.

Su ciclo de vida es complejo porque requiere de otros animales para su desarrollo. Estos animales pueden ser hermafroditas o no. A la hora de reproducirse pueden soltar alrededor de 5-10 millones de larvas (Gloquidios) que se aferran a las branquias de peces para desarrollarse, pero el 99% espichan. Después de pasar el tiempo necesario para su desarrollo en las branquias de sus hospedadores se deprenden y caen al sustrato donde pasan enterradas alrededor de 5-10 años (dependiendo). Y después permanecen en ese lugar toda su vida adulta en el caso de margaretifera, lo que es perfecto para hacer estudios sobre su biología. En otros géneros se pueden desplazar algunos metros desde su lugar de origen.

Usos humanos: Como es un animal fácil de capturar se tienen registros de diversos usos humanos, el más detacable es el uso de la concha para ornamentar mangos de cuchillos y navajas en Aragón, además M. margaretifera es perlífera por lo que se recogían para extracción de perlas y también en algunos lugares se comían. Por lo visto son duras como una suela de zapato y saben a barro (50 años filtrando agua de río es lo que tiene…).

Este animal tan especialito también tiene muchos requisitos para su ecosistema en el que vive. Necesita agua corriente pero no muy rápida, bancos de arena limpia para poder enterrarse, aguas no muy profundas y limpias.

Las construcciones de presas, canalizaciones, azudes y demás; impiden que se den estos requisitos. Además, al tener esta relación con diferentes especies de peces (Salmón, trucha M. margaretifera – Esturión M. auricularia) la desaparición, sobrepesca o intrusión por invasoras les afecta indirectamente. Directamente compiten con una invasora: corvicula o almeja japonesa.

M. auricularia en peligro crítico M. margaritifera en peligro y Potomida littoralis y Unio delfinus vulnerables.

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